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Mito, luna y menstruación

Brujas, sangre y luna: Mitos menstruales a través de la historia

Una mirada atractiva sobre cómo los ciclos femeninos han estado vinculados a los ritmos lunares, la brujería y los tabúes antiguos, descubriendo cómo el mito, la ciencia y el misterio dieron forma a la historia menstrual.
 |  Sienna Duarte  |  Menstruation & Cycles
Ilustración de una mujer bajo una luna llena que representa los mitos menstruales antiguos

Una guía íntima a través del folclore, el miedo y la fascinación que rodean los ciclos mensuales de las mujeres, desde rituales bajo la luz de la luna hasta la ciencia moderna.

En resumen

Durante siglos, la menstruación ha estado vinculada con la brujería, la magia lunar y el misterio femenino. Lo que comenzó como asombro y reverencia a menudo se convirtió en sospecha y tabú, moldeando actitudes culturales que persisten hoy en día.

La luna y el cuerpo: una conexión celestial

La luna siempre ha sido el reloj más antiguo de la humanidad. Mucho antes de los calendarios, las mujeres marcaban el tiempo por sus fases de crecimiento y disminución. En las primeras civilizaciones, el ciclo menstrual promedio de aproximadamente 29,5 días reflejaba el ciclo lunar, una coincidencia que dio forma a mitos y rituales en torno a la fertilidad, el ritmo y la renovación.

En la antigua Grecia, Artemisa y Selene eran diosas asociadas con la luna y los ciclos femeninos. Se decía que las mujeres egipcias «sangraban con la luna», una frase poética que conectaba el cuerpo con el cosmos. Algunas tradiciones indígenas honraban la menstruación como un momento de intuición elevada, con mujeres retirándose a cabañas lunares para descansar y reflexionar, no para aislarse.

Investigaciones modernas han mostrado ritmos biológicos débiles alineados con los patrones de luz lunar. Científicos de la revista Frontiers in Endocrinology señalan que antes de la luz artificial, algunos ciclos de mujeres podían sincronizarse con las lunas llenas, lo que sugiere que las conexiones antiguas entre el cuerpo y el cielo no eran puramente míticas.

La sangre de las brujas: cuando el poder se convirtió en peligro

Durante la Edad Media, la menstruación se convirtió en un tema de miedo y superstición. Lo que una vez fue sagrado se volvió siniestro. Los textos eclesiásticos afirmaban que la sangre menstrual podía estropear cosechas, opacar espejos o volver locos de lujuria a los hombres. Una mujer menstruando era vista como impura y peligrosamente poderosa, una paradoja que alimentó siglos de misoginia y cacerías de brujas.

En el Malleus Maleficarum, el manual de cazadores de brujas del siglo XV, se escribió que las brujas usaban sangre menstrual en pociones y hechizos para seducir o destruir. La idea de que el ciclo natural de una mujer estaba ligado a la magia negra reflejaba una ansiedad más amplia sobre los cuerpos femeninos, especialmente su autonomía.

Pero bajo este miedo yacía una fascinación. El concepto de «poder de la sangre» persistió en la medicina popular, donde se creía que la sangre menstrual curaba dolencias o mejoraba la fertilidad. En partes de Europa y África, todavía se encuentran rastros de estas creencias en rituales de curación tradicionales.

«La sangre menstrual fue alguna vez un símbolo de creación, hasta que el miedo la convirtió en una maldición.»

Mitos rojos alrededor del mundo

Perspectiva cultural

En muchas comunidades indígenas y africanas, la menstruación no se consideraba vergonzosa, sino sagrada. Marcaba una conexión entre el cuerpo, la naturaleza y el tiempo, un concepto a menudo perdido en las tradiciones occidentales posteriores. Las mujeres se reunían durante sus ciclos no para ser excluidas, sino para descansar, compartir conocimientos y honrar la renovación.

Cada cultura tiene su mitología menstrual: algunas reverentes, otras restrictivas.

  • Tradiciones hindúes consideraban la menstruación como un período de descanso sagrado, aunque luego evolucionó hacia restricciones en la entrada a templos o la preparación de alimentos.

  • En la antigua Roma, Plinio el Viejo escribió que la sangre menstrual podía embotar el acero o matar abejas, una mezcla de pseudociencia y mito que persistió extrañamente hasta el siglo XIX.

  • Entre los yoruba de Nigeria, la sangre menstrual simbolizaba tanto la fuerza vital como la potencia espiritual, manejada solo con respeto.

  • Historias nativas americanas a menudo hablaban de la Mujer Luna, cuyo ciclo creaba las mareas y gobernaba el sangrado de las mujeres.

El hilo común es el asombro, un reconocimiento de que esta transformación mensual era diferente a cualquier otra experiencia humana.

Tabla 1. Creencias culturales sobre la menstruación y la luna
Cultura Creencia o práctica Significado simbólico
Griega Vinculaba a Artemisa y Selene con los ciclos femeninos Armonía entre el cuerpo y la luna
Hindú Período de descanso y reflexión sagrados Purificación y renovación
Romana Temía el poder de la sangre para estropear cosechas Miedo a la potencia femenina
Yoruba Sangre vista como una fuerza vital espiritual Respeto y poder ritual

La ciencia bajo el hechizo

A pesar de todo su misticismo, el ciclo menstrual es un proceso biológico finamente sintonizado. Las hormonas —estrógeno, progesterona y hormona luteinizante— trabajan en ritmo para preparar el útero para el embarazo, desprender su revestimiento y comenzar de nuevo. La endocrinología moderna ha despojado gran parte de la superstición, pero el simbolismo permanece profundamente arraigado.

Incluso ahora, el lenguaje en torno a la menstruación suele estar envuelto en secretismo: «ese momento del mes», «la maldición» o «una visita de la tía Flo». Los eufemismos reflejan siglos de incomodidad y malentendidos. Pero entender la ciencia detrás del ciclo ayuda a reformularlo, no como una maldición, sino como un reflejo de la inteligencia natural del cuerpo.

La sombra de la luna: cómo se arraigó la vergüenza

¿Por qué la reverencia se convirtió en tabú? Los historiadores señalan el cambio de sociedades matrilineales a patriarcales. A medida que las religiones dominadas por hombres ganaron poder, las funciones corporales femeninas fueron enmarcadas como impuras o peligrosas. La sangre menstrual, alguna vez un símbolo de creación, se asoció con el pecado y la debilidad.

Estas creencias influyeron en todo, desde las leyes religiosas hasta el comportamiento social. Incluso hoy, en algunas partes del mundo, la menstruación aún puede llevar a la exclusión de escuelas, trabajo o espacios públicos. El estigma persistente no es solo cultural, es histórico, heredado de siglos en los que la biología femenina se veía como algo que temer.

Inicio rápido: entender los mitos menstruales

Herramientas: Rastreador de fases lunares, aplicación menstrual, diario.

Hacer: Observar patrones en el estado de ánimo, la energía y el sueño. Reflexionar sobre cómo el ritmo de tu cuerpo se alinea con los ciclos naturales.

No hacer: Tratar los mitos como hechos, usarlos como perspectivas culturales, no como instrucciones.

Reflexiones modernas: el retorno del ciclo lunar

En los últimos años, ha habido un renovado interés en seguir los ciclos con la luna, no como superstición, sino como atención plena. Las aplicaciones y diarios ahora animan a las mujeres a registrar su estado de ánimo, energía y creatividad junto con las fases lunares. No es magia, sino reconocimiento de patrones, una forma de reconectar con lo que las mujeres antiguas ya sentían: que el cuerpo se mueve en olas.

Algunas encuentran que sincronizar rutinas —ejercicio, descanso, reflexión— con su ritmo natural aporta equilibrio y autoconciencia. La ciencia no respalda completamente la «sincronización lunar», pero reconoce que los ciclos hormonales afectan las emociones, el sueño y la cognición. La luna puede que ya no gobierne la noche, pero su influencia en la imaginación perdura.

¿Sabías que?

  • La palabra menstruación proviene del latín mensis, que significa «mes», y está relacionada con mene, la palabra griega para «luna».
  • Algunos curanderos antiguos creían que la sangre menstrual contenía la esencia de la vida y la usaban en rituales para promover la fertilidad y la protección.
  • En la antropología temprana, las cabañas o albergues menstruales a menudo se malinterpretaron como excluyentes, pero algunos eran en realidad espacios para el descanso y la narración entre mujeres.

Preguntas y respuestas

¿Realmente las mujeres sincronizaban sus ciclos con la luna?

Algunas investigaciones sugieren que los primeros humanos, viviendo sin luz artificial, podrían haber tenido ciclos influenciados por la luz lunar, aunque no es universal ni consistente.

¿Por qué se temía la sangre menstrual en la Edad Media?

Simbolizaba tanto la fertilidad como el peligro en las creencias religiosas y culturales. Esta percepción dual convirtió la biología natural en superstición y tabú.

¿Todavía hay rituales menstruales hoy en día?

Sí, algunas culturas continúan observando rituales que enfatizan el descanso, la renovación o la conexión espiritual, haciendo eco de las tradiciones lunares antiguas.

Un pensamiento final

Los mitos que rondan la menstruación son tan antiguos como la luna misma. Nos dicen tanto sobre el miedo cultural como sobre la fascinación. Bajo siglos de malentendidos yace una verdad simple: la menstruación no es ni maldición ni magia, sino un ritmo, uno que ha guiado a la humanidad desde que la primera mujer miró al cielo nocturno y vio su reflejo en su luz cambiante.


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Aviso legal: Los artículos e información proporcionados por el Vagina Institute tienen únicamente fines informativos y educativos. Este contenido no pretende sustituir el consejo médico profesional, el diagnóstico ni el tratamiento. Siempre consulte con su médico u otro profesional de la salud cualificado ante cualquier pregunta que pueda tener sobre una condición médica.


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